Desde hace algún tiempo se ha estado observando en los noticieros cómo algunas personas se disfrazan de payasos malvados para hacer maldades y ofensas. Se han reportado altercados, violencia y actos vandálicos. Lo que más me preocupa de todo esto, es que cuando informan los sucesos, los identifican como “payasos” y no como “personas con disfraz de payasos”.
Mira el video, más abajo, en que aclaramos dudas en nuestra Rueda de Prensa.
No son payasos, son personas disfrazadas
¡Basta de desinformar, indicando erróneamente que son payasos los que hacen las fechorías! Quienes hacen esas delincuencias son impostores. Personas que se disfrazan de payaso; pero no de cualquier payaso bonito, sino de rostro terrorífico, con ropas demacradas, con la pura intención de asustar a las personas a su alrededor. O sea, se disfrazan de payasos malvados. Y, lamentablemente, afectan la profesión del payaso.
Así como el hábito no hace al monje…
Muchos conocemos este refrán, ‘el hábito no hace al monje’. Lo utilizamos cuando queremos explicar que una apariencia no necesariamente representa la verdadera naturaleza de la persona.
El que personas cualquiera se pongan un disfraz de payaso, una careta o maquillaje no las convierte en payasos. Así como vestir una bata y colgarme un estetoscopio no me convierte en doctora.
Los payasos no son malvados
Un verdadero payaso, un payaso de profesión no es malvado; todo lo contrario. La misión de los payasos es llevar alegría, mantener un ambiente positivo, comunicar valores. Un payaso de profesión ha estudiado el arte de hacer reír, ha aprendido sobre técnicas de vestuario-maquillaje y se ha preparado para visitar distintos entornos como hospitales, hogares, espectáculos, televisión, zonas de conflicto, comunidades en necesidad, entre otros diversos lugares.
Rueda de prensa aclarando sobre los payasos malvados
Mira este video con la rueda de prensa que organizamos para aclarar esta situación tan imprudente sobre las personas que se visten de payasos. Aclaramos las dudas de varios periodistas y de muchas personas en la comunidad.
Origen del payaso
El payaso existe en nuestra sociedad desde hace mucho tiempo. En la edad media, existía el ancestro del payaso: el bufón. Este personaje estaba presente en las cortes reales, y su labor era hacer reír y entretener al rey. Sin embargo, no todo eran chistes. El bufón también podía criticar las normativas sociales y gubernamentales de aquella sociedad.
El personaje del payaso ha ido evolucionando en cuanto a su carácter y su audiencia. En la actualidad, además de entretener a la realeza o personas de la alta alcurnia, atiende a personas de cualquier clase social, de las cuales destacan los niños. Podemos ver a los payasos en los circos, en fiestas y en muchas celebraciones.
Yo soy payasa, a mucha honra
Ahora que sabes la diferencia entre los payasos y los impostores que se disfrazan de payasos, cuéntame: ¿Qué experiencia positiva has tenido con un payaso?