Desde siempre, hemos leído y observado muchas historias de princesas en cuentos de hadas. También han surgido historias sobre princesas más modernas. A mí me gusta una película que trata de una adolescente que descubre que es princesa y su vida cambia por completo.
Cuando veo cada historia de princesa, me encuentro con la misma esperanza: que ella tenga su final feliz y los malos sean confrontados.
Historias de princesas en la vida real
Sí, las princesas reales existen en diferentes partes del mundo. Este título es dado a algunos individuos de familia real o imperial.
Tú, como madre, también puedes ser princesa en tu hogar. Tu familia es tu núcleo, tu reino. Y la clave para ser princesa en ese espacio, es identificar y disfrutar lo que tienes.
¿Cómo ser princesa de tu propio reino?
Para tú formar parte de las historias de princesas, debes identificar estas cualidades:
Ten seguridad en ti misma
De por sí, tienes cualidades que te hacen ser única. Eres especial y, aunque hay personas que se parezcan a ti, ninguna puede ser exactamente como tú. Así que, sácale provecho a esas cualidades positivas que te identifican y camina con seguridad en este mundo.
Muestra tu belleza
Ese día que decides vestirte bien, te sube el ánimo. Cuando visitas el salón de belleza, te sube el ánimo. Cuando dedicas un rato a arreglarte el cabello, te sube el ánimo. ¿Sabes por qué? Porque hay una relación directa entre el arreglo personal y tu autoestima. Cuando te aprecias a ti misma, estás cultivando tu belleza interior. Y eso también lo reflejas a otras personas.
Desarrolla tu intelecto
¡Sigue aprendiendo! Desde aprender a hacer pastel de banana hasta alcanzar estudios universitarios, desarrolla tu intelecto. El aprender cosas nuevas, mantiene tus ojos abiertos y te ayuda a seguir creciendo como persona. Además, seguir aprendiendo te amplía horizontes y te ayuda a descubrir talentos ocultos en ti.
Defiende el reino
En las historias de princesas, vemos el reino como la familia real. En tu historia, tu reino es tu familia. Y en la vida diaria, defienden el reino cuando luchan por las mismas metas, cuando trabajan juntos por mantener la estabilidad en el hogar, cuando celebran las alegrías y se apoyan en la adversidad. Defiende tu reino.
Sella el amor con un beso
Demuestra siempre el amor a tu familia. En las historias de princesas, casi siempre hay un príncipe que besa a la princesa y la devuelve a la vida (o la despierta). Dicen que ese beso es del verdadero amor. En tu familia, cultiva siempre ese amor: abraza, besa, protege. Demuestra tu amor con gestos de cariño, con un favor, con un postre delicioso. No dejes de demostrar el amor a tu familia.
Más que princesa, una reina
Luego de analizar estos consejos, te adelanto que ya tienes todo lo que hace falta para ser la princesa de tu familia. Tienes el mayor tesoro para lucir, tu familia. Sin embargo, al analizar la jerarquía de estos títulos, me doy cuenta que más que princesa, eres reina.
Estas son mis recomendaciones para que tengas tu versión de las historias de princesas. Dime, ¿tienes alguna idea sobre estos cuentos de hadas que puedes hacer realidad en tu familia?